Ha llegado el águila
John Sturges es uno de los directores de cine más afamados del siglo pasado merced a películas como Fort Bravo, Duelo de Titanes, Los siete magníficos o La gran evasión. Sin embargo, hoy vamos a hablar de la última película que dirigió, Ha llegado el águila (The Eagle Has Landed) para introducir nuestro artículo.
El rescate de Benito Mussolini por parte de Otto Skorzeny lleva a Hitler a ordenar estudiar la viabilidad de una operación similar para secuestrar a Winston Churchill, con el apoyo de Himler. El plan es encargado al jefe de la inteligencia militar, el almirante Wilhelm Canaris, que lo considera poco menos que imposible, pero que, para no enfrentarse a Himmler, encarga a uno de sus oficiales, el coronel Oberst Radl (protagonizado por Robert Duvall) el estudio.
Sin embargo, la noticia de que Churchill va a pasar un fin de semana en una casa de campo cerca de una pequeña aldea donde vive una espía alemana unida a unas condiciones favorables de la costa en aquél lugar para poder secuestrar a Churchill mediante un barco llevan a Radl a pensar que el plan es posible.
Radl encarga el trabajo a un grupo de comandos capitaneados por Oberst Kurt Steiner (Michael Caine), a la vez que se encarga a Liam Devlin (Donald Sutherland), un miembro del IRA, contactar con la espía alemana en el pueblo para preparar el trabajo a los hombres de Steiner.
El grupo de Steiner llega a las inmediaciones del pueblo donde Churchill va a pasar el fin de semana y se hacen pasar por tropas polacas, intimando con la población de la localidad, entre los que destaca el reverendo. El plan parece que sigue su curso hasta que un imprevisto lo echa todo por la borda: una muchacha cae al agua y uno de los hombres de Steiner se lanza a salvarla, cosa que consigue, pero queda enganchado en un molino y muere. Sin embargo, en el movimiento del aspa deja ver las ropas de soldado alemán que lleva puestas debajo de las de camuflaje de soldado polaco (y que llevaban por si eran descubiertos para no ser tratados como espías), por lo que pierden el factor sorpresa. Entonces deciden encerrar a todos los habitantes del pueblo en la iglesia para intentar seguir con el plan. Sin embargo, la hermana del reverendo logra escapar y alertar a la guarnición del ejército americano cercana sobre el plan (a pesar de ser disparada por la espía alemana).
Los soldados americanos logran cercar a los alemanes en la iglesia y hace que el plan parezca ya imposible. Sin embargo, Devlin entra por un pasadizo secreto en la iglesia y Steiner decide salir por allí junto a él y a uno de sus soldados herido, quedando el resto allí para intentar aguantar lo máximo posible y crear una cortina de humo para que Steiner intente llevar a cabo el plan él solo.
Todos los soldados alemanes mueren, pero Steiner logra llegar hasta la casa donde Churchill se encuentra y allí intenta matarle. Se le encuentra en una terraza y Steiner logra dispararle antes de ser abatido por los soldados aliados que protegían al dirigente. Parece que el plan, a pesar de todos los inconvenientes y de que todos los soldados alemanes han muerto (todos menos el soldado herido que huyó de la iglesia con Steiner y que fue puesto a salvo en el barco alemán que esperaba para trasladar a Churchill y menos Devlin), ha sido un éxito, puesto que Churchill ha sido eliminado.
Sin embargo, no todo es lo que parece… Aunque ya casi hemos contado la película entera, vamos a dejar el desenlace final en el aire por si alguien tiene interés por verla y aún no lo ha hecho…
Actualmente, los alcistas en la bolsa lo tienen igual que como lo ve Canaris cuando le encargan el plan para secuestrar a Churchill. Es decir, una broma. Y es que es realmente complicado justificar que alguien sea alcista en estos momentos. Sin embargo, nos aferramos a soportes, directrices, figuras, pensamientos de que esto ya ha caído mucho… para que siempre haya un Radl que piense que es posible que llegue el rebote. Y allí lanzamos a nuestros soldados para luchar contra los elementos. Y hay momentos en los que parece que hasta la cosa puede ir medio bien. Pero siempre llega la ocasión en la que ocurre un accidente y uno de nuestros soldados es descubierto y el plan se desbarata, volviéndose a caer con fuerza. Pero nosotros seguimos erre que erre con nuestro plan, y lo volvemos a intentar, como Steiner, que en lugar de volverse y dejar el plan por imposible lo intenta él solo. Y llega un momento en el que parece que lo consigue, pero al final muere y el plan… En fin, que las cosas siguen bajistas, nos pese lo que nos pese. Y así seguimos viendo como tras la reunión del G-20 de este fin de semana, la cosa sigue igual. Bueno, con otro país más en recesión, en este caso Japón, y ya son unos cuantos.
Si nos fijamos en el gráfico del Ibex, vemos como hoy volvemos a tener otra gran vela negra que no nos indica nada bueno aún. Capitaneados por el Banco de Santander, que no para de desplomarse tras anunciar la ampliación de capital, el índice español ha llegado hoy justo a la parte baja del canal bajista que lleva siguiendo desde que comenzó el movimiento bajista. Este canal fue roto en Octubre en lo que pudo ser una dilación del movimiento bajista (digamos que la caída hizo que el movimiento se pasara de frenada), pero en seguida se recuperó. Ahora volvemos a atacarlo y de lo que ocurra al tocarlo de nuevo tendremos que pensar que vamos a rebotar o que vamos a por los mínimos de Octubre (y una vez allí ya veremos). Ya hemos dicho que el movimiento sigue siendo claramente bajista y que no nos empeñemos en ser alcistas por mucha directriz o mucho soporte que se toque. Pero no vamos a ser ajenos a un posible rebote, claro está. De momento, y aunque la directriz esté ahí mismo, no tenemos ninguna señal que nos indique un posible rebote. Deberemos esperar a ver qué ocurre en la directriz. Si mañana tuviéramos una señal positiva, bien podría intentarse un rebote, pero debemos esperar esa señal positiva. Mientras eso no ocurra, por mucho que la base del canal esté ahí, no debemos ponernos largos (al menos la cordura así nos lo indica).
En cuanto al Dow Jones, vemos como hoy hemos tenido una nueva vela negra que nos acerca de nuevo al soporte de los 8.140 y también a la directriz alcista de muy largo plazo (desde principios de los 90) donde ya se ha rebotado dos veces. Sin embargo, el que se haya rebotado ya dos veces ahí y el rebote no haya podido ir más allá del 50% de Fibonacci de la caída desde Septiembre nos indica muy a las claras la poca fuerza alcista. Por ello, si se vuelve a tocar esta directriz, mucho ojo con lo que pueda pasar. Mientras no se rompa la directriz bajista marcada en granate y que ya nos ha rechazado tres veces, no seremos capaces de ver un movimiento alcista de cierto calado.
Euro Stoxx también nos ha dejado hoy otra vela negra, además perdiendo el 61,8% de Fibonacci del último rebote (en los 2.407). Como aspecto positivo tenemos que no se han perdido los mínimos del jueves pasado en los 2.342, pero mucha atención a esa cota, ya que, de perderse, entonces podríamos irnos a por los mínimos de Octubre y a buscar la parte baja del canal bajista que sigue el índice desde que se comenzó la tendencia bajista.
Si nos fijamos en el gráfico de 30 minutos, vemos como continúa sin romperse el canal bajista que se está siguiendo desde comienzos de Noviembre, además sin fuerzas ni para atacar su parte alta. Mientras este canal no se rompa, no veremos un movimiento alcista de mayor calado.
Parece que estamos llegando a zonas de control y de posible rebote, pero de momento no hay ninguna señal que nos haga pensar que el rebote se vaya a producir. No hagamos como en la película e intentemos seguir un plan alcista descabellado aunque podamos tener algún indicio de que pueda llevarse a cabo. Esperemos una señal clara que nos indique que se va a rebotar. Mientras esto no ocurra, lo mejor es no ir en contra de la tendencia.
Responsable: José Carlos Estévez
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