El salto de altura es una disciplina del atletismo cuyo objetivo es superar un listón horizontal colocado a una altura determinada que reposa sobre dos soportes verticales.
El saltador dispone de tres intentos para sobrepasar cada altura sin derribar el listón. Si el saltador logra superar una altura, el listón se eleva en unos centímetros, dependiendo del tipo de competición o de los competidores que resten, disponiendo de otros tres intentos para lograrlo. Por ejemplo, es habitual que cuando un saltador se ha quedado solo en la competición eleve la altura hasta la cota que él quiera para intentar un récord.
En caso de que el saltador derribe el listón, entonces se considera salto nulo y puede volver a saltar sobre esa altura hasta un máximo de tres intentos. El salto de altura forma parte del programa olímpico desde la primera Olimpiada en Atenas en 1896.
Los primeros saltadores franqueaban el listón con el estilo de tijera, mediante el cual el saltador iniciaba una carrera de aproximación e intentaba el salto con un movimiento de tijera con sus piernas, pasando primero una pierna y después la otra. Con esta técnica se llegó a superar la altura de 1.97 metros.
Con la introducción de la técnica de rodillo costal por parte del americano George Horine, en la que el atleta rueda lateralmente sobre el listón, se consiguió superar la barrera de los 2 metros de altura.
Una nueva mejoría ser consiguió al introducirse el llamado estilo de rodillo ventral, en la cual el atleta ataca el listón de frente, se sitúa sobre el listón pasando primero una pierna y un brazo y gira sobre el eje imaginario que formaría su propio cuerpo sobre el listón para lograr superarlo. Mediante esta técnica, saltadores soviéticos consiguieron dominar la disciplina, llegando Valeri Brumel a superar la altura de los 2.28 metros.
Pero la gran innovación se produjo a raíz de los Juegos Olímpicos de México en 1968, donde el saltador americano Dick Fosbury revolucionó el mundo del salto de altura con su nuevo estilo. Su técnica de salto, que se empezó a conocer como estilo Fosbury consistía en acercarse al listón en carrera y saltarlo de espaldas levantando las dos piernas en el último instante para sobrepasar el listón. Fue tan revolucionario el estilo que fue descalificado al comienzo.
El récord del mundo en la categoría masculina está en poder del cubano Javier Sotomayor en Salamanca en 1993, cuando saltó los 2,45 metros. La disciplina ha sufrido un estancamiento en los últimos años, aunque este año el ruso Andrey Silnov ha llegado a los 2,38 metros, que se mantienen como mejor marca del año, por encima de los 2,37 del sueco Stefan Holm.
En categoría femenina el récord está en poder de la búlgara Stefka Kostadinova desde 1987 en 2,09 metros. Pero ese récord está amenazado en la actualidad por la croata Blanka Vlašic que tiene una mejor marca de 2,07 y que este año ha saltado ya 2,06 metros. Hay que destacar que tenemos a una de las nuestras, Ruth Beitia, entre las mejores del mundo, habiendo sobrepasado ya la barrera de los 2 metros, habiendo saltado este año 2,01 metros.
Ayer decíamos que el listón estaba colocado en el 11.700 del Dow Jones especialmente y que se iba a realizar el segundo intento, tras un primer intento nulo en Julio. También decíamos que las señales de ayer no eran muy positivas y podían indicarnos un nuevo intento nulo hoy, de tal modo que el triángulo ascendente del que hemos venido hablando no se podría romper tampoco.
Y así ha sido. El Dow Jones, motivado en gran parte por los malos resultados de AIG, que casualmente se han dado a conocer en la zona de resistencia clara y clave, ha cerrado con una pérdida muy importante y, lo que es peor, nos ha dejado una pauta en forma de estrella vespertina igual que lo que ocurrió en el primer intento. La diferencia ahora es que la directriz alcista iniciada en los mínimos de Julio está más cerca. Pero esta pauta es clara y suele ser el inicio de un tramo descendente. También estamos viendo que las pautas últimamente sirven para unas pocas sesiones, pero habrá que estar muy atentos a la confirmación de la pauta y al comportamiento ante la directriz alcista iniciada en los mínimos de Julio y parte baja del triángulo, ya que, de romperse, el objetivo de bajada lo fijaríamos en los mínimos de Julio al menos.
El Mini SP ha dejado la misma pauta que el Dow Jones, y todo lo dicho para el Dow Jones vale para este índice. Tenemos una estrella vespertina que nos ha llevado ya cerca de la directriz alcista y zona baja del triángulo.
El Dax ha llegado justo al 50% de Fibonacci de la caída desde Mayo en los 6.615 y allí se ha dado la vuelta, dejándonos una vela muy fea en forma de doji lápida ante una resistencia clave. Esta vela nos indica la posibilidad del final del rebote y el comienzo de un tramo descendente, aunque debe ser confirmada mañana.
Euro Stoxx tampoco ha podido romper definitivamente la resistencia señalada días atrás, aunque en el intradía sí que lo ha conseguido. Pero se ha girado cuando parecía estar rompiendo y nos ha dejado una vela que, aunque no llega a ser una estrella fugaz, ya que su sombra superior no llega, por poco, a ser tres veces el cuerpo de la figura, sí que se asemeja bastante y, lo que es peor, nos deja una falsa rotura de nuevo de los 3.400 y sin confirmar el HCHi del que hemos venido hablando. Debemos seguir atentos para ver qué se rompe antes, si la resistencia por arriba o la directriz alcista iniciada en los mínimos de Julio.
En cuanto al Ibex, tras el hombre colgado de ayer, hoy hemos tenido un doji lápida que ha confirmado la señal de ayer, sin llegar a asaltar realmente la resistencia de los 11.937 – 12.000. Ha sido un salto nulo sin siquiera llegar a saltar. Y es que la directriz bajista señalada en verde oscuro ha pesado más que la propia resistencia de los 12.000, produciéndose un rechazo claro al llegar a sus inmediaciones. Ojo que la directriz alcista iniciada en los mínimos de Julio está muy cerca. Habrá que ver qué ocurre cuando lleguemos a ella.
Como vemos, el segundo intento sobre la altura señalada ha sido nulo claro. Nos queda esperar si vamos a realizar un tercer intento o si, por el contrario, vamos a bajar más antes de intentarlo. Y es que la parte baja de los triángulos está hoy más cerca. Mucha atención a esta zona. Si al llegar a ella se rebota, entonces intentaremos el tercer y último salto. Pero si esta directriz no aguanta, entonces bien podríamos ir a visitar los mínimos de Julio o incluso algo menos antes de intentar un nuevo rebote.
Por ello, seguiremos muy atentamente las próximas sesiones para ver por donde se rompe. Mucha atención, porque la rotura, se produzca por donde se produzca, generará movimientos violentos, ya sea a la baja o al alza.
De momento llevamos dos nulos, pero la competición sigue. Hay que ver si intentamos el último salto y qué pasa con él o si, por el contrario pasamos a la siguiente altura y esperamos algo más de tiempo, lo que nos llevaría más abajo antes de intentarlo de nuevo.