Lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible
Hoy vamos a comenzar nuestro artículo diario con una frase célebre que todos hemos oído alguna vez y sobre la que hay muchas dudas sobre quién fue su padre. Si buscamos en internet por el origen de la frase, unos la atribuyen al que fuera ministro con Napoléon, el francés Charles Maurice de Talleyrand; otros dicen que el creador fue el torero Rafael «el Gallo»; algunos que fue el también torero Rafael Guerra «Guerrita».
Realmente no podemos asegurar quién es el padre de la criatura, aunque sí que podemos imaginarnos a un torero soltar la frase tras haber intentado una faena ante un toro manso de solemnidad que no permitía lucimiento alguno. «Lo he intentado, pero el toro no tenía dos pases, y lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible» podrían ser sus palabras, dichas con acento andaluz…
Y eso es lo que pasa con las bolsas actualmente. La tendencia es abrumadoramente bajista, y por mucho que esperemos un rebote como agua de Mayo, lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible. Por mucha caída que haya, mientras no veamos una señal que confirme un giro y un rebote, es mejor no actuar en contra de la tendencia. Porque al final tendremos que decir la famosa frase, pero con unos cuantos euros menos en nuestro bolsillo o cuenta corriente.
Realmente estamos viviendo una situación tremenda, un crack en toda regla, y del que podemos especular sobre cuándo encontrará suelo, pero mientras esto no suceda, lo mejor es dejar que la tendencia siga su curso y no ir en contra de ella. La economía mundial se ha basado en el crédito durante mucho tiempo: las empresas necesitaban de financiación ajena para seguir creciendo (y la máxima era clara, toda empresa que no crezca acaba desapareciendo), los particulares hacían uso del crédito como motor del consumo… Y ante la situación de crisis financiera actual, con el crédito prácticamente congelado, la economía mundial se resiente, en lo que puede ser el final de una era. Y las bolsas reflejan toda esta situación.
Y decimos que mientras no se confirme un suelo lo mejor es no ir contra la tendencia porque si de verdad va a haber un rebote importante, es mejor perderse el primer 5% de subidas a entrar antes de tiempo y perder una cantidad importante si no se ponen los correspondientes stop loss. Pensemos en todos los posibles suelos que hemos ido viendo desde que el Ibex marcó el doble techo en los 16.000. Se dice pronto… Hace un año el Ibex estaba en los 16.000 y hoy ha cerrado justo en la mitad, y habiendo estado por debajo de los 8.000 en el intradía. Y todos esos posibles suelos han ido cayendo con mayor o menor rapidez (últimamente todos caen a la velocidad del rayo).
Por ello, y como ya hemos dicho en muchas ocasiones, no queramos ser los más listos de la clase y adelantarnos al rebote. Si esperamos un gran rebote (esa onda correctiva 4 del movimiento bajista), entonces esperemos a que se confirme un giro y luego entremos… Imaginemos que la onda 4 puede suponer un rebote de más de 2.000 puntos (sólo con que se corrija el 38,2% de Fibonacci de toda la onda 3 que llevamos hasta ahora deberíamos tener un rebote de 2.500 puntos). Eso sería un rebote de un 25% al menos… Pues bien, seguramente sea mejor esperar a la señal de giro aunque nos perdamos 500 puntos de rebote a que entremos antes de tiempo y resulte que el suelo aún no está cerca.
Si nos fijamos en el Ibex, el canal bajista que parecía estar siguiendo nuestro selectivo desde finales del año pasado se ha roto claramente por abajo. Esto complica aún más la situación, ya que, aunque antes seguíamos un canal bajista y la tendencia era claramente descendente, al menos esta bajada era ordenada siguiendo unos márgenes claros. Ahora, la caída continúa con mayor desorden si cabe.
Hoy el Ibex nos ha dejado una pauta en forma de vela de onda alta que es una señal de indecisión y que podría significar una parada en las caídas, y más cuando las velas de las últimas tres sesiones anteriores parecían ser cada día más positivas, por tener un cuerpo cada vez menor y una sombra inferior cada vez mayor. Sin embargo, no nos engañemos, la vela de hoy era una señal de indecisión ante la subida que protagonizaba Wall Street antes de nuestro cierre. Había indecisión para seguir bajando por si acaso el Dow Jones cerraba hoy con una importante subida y mañana podríamos rebotar. Pero no ha sido así, sino todo lo contrario. El Dow Jones se ha dado la vuelta con violencia al final, y lo que vemos en nuestro Ibex es que por quinto día consecutivo tenemos nuevos mínimos decrecientes, lo que sigue siendo señal de debilidad, y más cuando los máximos son también decrecientes. Hemos de esperar una señal positiva de verdad. La vela de hoy no es tal, a menos que mañana fuera confirmada con una vela claramente alcista. Mientras no sea así, debemos esperar. Es interesante resaltar la directriz de muy largo plazo marcada en rojo que podemos ver en la parte baja del gráfico y que ahora mismo pasa por los entornos de los 7.300. Esta directriz es la que viene de unir los mínimos de 2.002 y 2.003 con los mínimos de 1.995. Por ello, debería ser un sitio donde se pudiera frenar la caída si no es antes. Sin embargo, repetimos lo dicho con los suelos. Hasta ahora hemos visto muchos sitios donde se debería frenar la caída y al final no lo ha logrado ninguno. Por ello, y mientras no tengamos una confirmación de giro, es mejor no adoptar posiciones largas. Porque puede ser que, una vez perdidos el 50% y el 61,8% de Fibonacci de todo el tramo alcista desde 2.002 nos vayamos directamente al origen de ese tramo alcista, que está en los 5.200. Y, como podemos ver, aunque ya parezca que no queda tanto, algo menos de 3.000 puntos (y ya hemos caído en un año 8.000), resulta que es otro 35% de caída adicional. Es de esperar que antes de llegar a ese extremo, tuviéramos el rebote para formar la onda 4, pero….
El Dow Jones vemos que hoy ha intentado un movimiento alcista, pero al final ha sucumbido y nos ha dejado una nueva vela con mínimos decrecientes. No podemos tampoco considerar la vela como un martillo invertido al ser el cuerpo demasiado grande. Por ello, seguiremos esperando una señal que nos indique el final de las caídas, al menos de momento. Por debajo nos seguimos fijando en la directriz marcada en azul celeste y que no es ni más ni menos que la directriz alcista que proviene de unir los mínimos de 1.990 con los de 1.994. Es decir, una directriz de larguísimo plazo, que debería frenar las caídas… Pero volvemos a repetir lo mismo… Primero comprobar si se frena y después entrar…
Euro Stoxx sigue dentro de su canal ultra bajista de muy corto (el marcado en azul celeste) y hoy encima ha cerrado por debajo del canal bajista de más largo plazo que se venía siguiendo desde que comenzó el movimiento bajista. Mucha atención si se pierde definitivamente este canal, porque la situación se podría poner aún peor. Sin embargo, en este caso vemos como el mínimo de hoy está ligeramente por encima del de la sesión del viernes. Aquí tenemos un primer punto de soporte. Esos 2.173 del futuro de Euro Stoxx, mínimos del viernes y que hoy se han respetado son un primer punto a tener en cuenta. Si se pierden, la primera parada directa parece estar en los 2.000. Por otro lado, es de destacar que la proyección de caída del HCH gigantesco que señalamos no hace mucho ya estaría cumplida. Realmente increíble la velocidad con la que se ha llegado a él…
Si nos fijamos en el gráfico de 30 minutos podemos ver algo interesante. Y es que se ha formado una especie de canal horizontal de muy corto. Si se perdieran los mínimos del viernes en los 2.173 se confirmaría un doble techo en los 2.374, lo que daría una proyección de caída de 200 puntos, es decir, que nos iríamos ligeramente por debajo de los 2.000 que hemos indicado antes. Pero si se lograra sobrepasar esos 2.374, entonces se confirmaría un doble suelo en los 2.173 con proyección de subida de al menos 200 puntos para irnos hasta los 2.574 al menos. Las espadas están en todo lo alto y habrá que ver por dónde se rompe antes…
Vamos a seguir con atención lo que suceda esta noche en las bolsas asiáticas y lo que suceda con el yen, que se está revalorizando con fuerza en las últimas sesiones. Y es que parece que todas las posiciones abiertas para llevar a cabo el carry trade o para realizar otras inversiones se están cerrando ante la debilidad de todas estas inversiones.
Pero, recordemos, la tendencia sigue siendo claramente bajista, y mientras no se confirmen señales de giro, lo mejor es no ir contra ella.
Responsable: José Carlos Estévez
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