Toda aquella persona que gasta su dinero en juegos de azar sabe de las dificultades de ganar dinero con ellos. Y sin embargo, siguen jugando con la ilusión de que un día les toque el premio gordo y puedan ganar mucho dinero. Pero las estadísticas nos dicen bien a las claras (y sino cualquiera de los lectores puede pensar en el dinero que se gasta al año en juegos de azar y lo que gana con ellos) que lo normal es perder dinero.
Y eso que muchos tienen su sistema para hacer sus apuestas. Y son sistemas que tienen su fundamento y su base, pero que, a la hora de la verdad, se nos antojan insuficientes para obtener los beneficios esperados. Otros, sin embargo, no cuentan con ningún sistema, y lo basan todo en el azar. Éstos suelen ganar aún menos. Sólo el obtener un premio de los denominados gordos puede hacer que al final ganen dinero.
Sin embargo, en España hay una familia famosa por haber ganado grandes sumas de dinero a lo largo de casino de todo el país y del extranjero. Son los Pelayos, que ganaron varios cientos de millones de las antiguas pesetas antes de que se les prohibiera la entrada en los casinos.
En su libro La fabulosa historia de los Pelayos publicado por Plaza&Janés en el año 2003, Iván y Gonzalo García-Pelayo cuentan cómo consiguieron estas hazañas. Basándose en que las ruletas no son físicamente perfectas (tienen abombamientos, las casillas no son exactamente iguales, las separaciones entre ellas tampoco, etc.), comenzaron a perfeccionar su método: se trata de descubrir la cantidad de veces que un número (de los 37 que tiene la ruleta) sale por encima de su expectativa. Si en 36 tiradas un número sale sólo una vez, no será ni positivo ni negativo. Si sale dos veces, se le pone un positivo (+1); si tres, dos positivos (+2). Si no sale ninguna, nos encontramos con un negativo (-1). Para que el método tenga validez examinaban al menos 5.000 tiradas en la ruleta y analizaban los números que habían salido más de lo normal.
Según podemos leer en la web microsiervos, para ver si la desviación se debía al azar o a un sesgo de la ruleta, comparaban esos valores con dos límites. El primer límite es aquel que en una simulación realmente aleatoria por ordenador abarca al 95% de los casos (sólo un 5% de los casos se pasan del límite). El segundo límite es el que engloba al 99,95% de las simulaciones (sólo un 0,05% de los casos pasan ese límite). Si tras esas 5.000 tiradas comprobadas algún número supera el primer límite significa que casi con toda probabilidad habrá un sesgo real sobre ese número en esa ruleta debido a algún defecto. Y se se supera el segundo, más estricto, el sesgo será según García-Pelayo “absolutamente seguro y cierto” mientras esa ruleta no se modifique o manipule. Por ejemplo: si tras 20.000 pruebas se espera el valor de +278 como límite al 99,95% y se observa que el 36 ha salido +633 veces de lo normal… es que algo extraño pasa. Conclusión: algo realmente extraño le pasa al 36, y hay que jugarlo porque es un número ganador.
Según García-Pelayo, “para maximizar las ganancias solíamos ir a los casinos 4 o 5 jugadores que apostábamos 80.000 pesetas cada 40 minutos. Nuestros números venían a salir una vez de cada 28, perdíamos un día de cada cuatro”. Únicamente en los casinos de Madrid, el montante total de las ganancias de los Pelayos se cifra en torno a los 200 millones de pesetas.
Pues bien, llevamos una serie de días en los que los bandazos son terribles, y muchas veces sin sentido, ya que cuando parece que se está rompiendo por un sitio se produce un movimiento brutal en el sentido contrario, y a la inversa. Las señales son completamente contradictorias, y no sabemos a ciencia cierta a qué carta quedarnos. Esto parece realmente un casino en el que vamos a apostar, y nos la jugamos todo a rojo o negro, par o impar…
Es por ello que necesitamos un método para no depender solo del azar (y si ya hemos visto que los Pelayos ganaban aprovechándose de que la ruleta no depende solo del azar, en la bolsa el azar es una quimera, por cuanto los movimientos están perfectamente dirigidos) y que este método sea lo suficientemente bueno para que nos permita no solo no perder dinero, sino también ganarlo. Y debe ser un método lo más afinado posible, puesto que con la volatilidad existente, hay que afinar mucho para que no nos desplumen en un periquete. No estaría de más que los Pelayos se dedicaran a este mundo de la bolsa y nos enseñaran un método para ganar dinero en esta situación actual que estamos viviendo. Pero, mientras tanto, tendremos que intentarlo con las herramientas de las que disponemos…
Hoy la sesión ha tenido muchos bandazos, como viene siendo habitual. Comienzo con subidas, luego bajadas y al finalizar la sesión en la bolsa española, vuelta a las subidas. Pero la traca ha estado cuando han cerrado las bolsas europeas, como suele ser la costumbre. Tras el cierre en Europa, los índices americanos se han ido para abajo con claridad, bajando, por ejemplo, el S&P 500 desde los 850 puntos que tenía a las 17:30 a los 820 a las 18:50, es decir, más de un 3% en solo una hora y veinte minutos. Ahí saltaban todas las alarmas y parecía que se iba a vivir una nueva jornada negra. Pero…. A partir de ese momento la bolsa americana ha vivido una vorágine alcista que ha hecho al S&P 500 cerrar en los ¡911! Es decir, de bajar un 3,8% a las 18:50 se ha cerrado a las 22 horas subiendo un 6,92%. Realmente de traca.
Si nos fijamos en el gráfico del Ibex, la vela que nos ha quedado hoy ya nos auguraba algo positivo, puesto que, tras penetrar el 61,8% de Fibonacci del último rebote en los 8.560, se lograba rebotar, y se cerraba por encima de este nivel, dejándonos una vela de onda alta que es ya de por sí una señal de indecisión, en este caso de los bajistas. Pero es que, además, esta vela se formaba en posición de harami, y ya sabemos que para saber si el harami es alcista o bajista debemos quedarnos con la tendencia previa, y en este caso era claramente bajista en las últimas sesiones. Por ello, la pauta que nos quedaba hoy era de un harami probablemente alcista. Sin embargo, era realmente imposible pensar que los americanos iban a subir de esa forma, y más con las caídas que se estaban produciendo a las 18:50… Si mañana toca rebote (y a menos que haya un cataclismo en las bolsas asiáticas esta noche lo debe haber y de los buenos), el primer nivel de resistencia en el que nos vamos a fijar está en los 9.268 correspondientes al gap bajista del pasado Martes. Además, un poco más arriba de este punto tenemos la directriz bajista marcada en verde. Si se superan estos niveles, entonces empezaremos a mirar algo más arriba.
En cuanto al Dow Jones, vemos como hoy, tras romperse ayer el triángulo por abajo y parecer que nos íbamos hacia los infiernos, hoy se ha logrado rebotar en la directriz alcista de largo plazo que viene desde comienzos de los 90 (la marcada en azul claro).
Si nos fijamos en la pauta que nos ha quedado hoy, tenemos una envolvente alcista muy clara que debería significar nuevas subidas, aunque con el rebote que hemos tenido hoy, hay que andarse con cuidado, ya que en un par de sesiones se alcanzan las proyecciones de subida o bajada que antes tardaban semanas tras producirse una señal así. Debemos tener muy en cuenta la directriz bajista marcada en granate y que ya ha servido en tres ocasiones como freno a cualquier rebote. Si la pauta alcista de hoy se mantiene mañana, deberemos fijarnos en lo que ocurra con esa directriz.
En cuanto a Euro Stoxx, vemos también la gran vela blanca que se ha formado, aunque en este caso sin una pauta alcista claramente definida, más que por la entidad de la vela en sí misma. Tenemos muy cerca ya la directriz bajista marcada en verde claro, y es en ella en la que debemos fijarnos si continúa el rebote. Es de resaltar como ha aguantado el 61,8% de Fibonacci del último rebote (en los entornos de los 2.400). Y es que, aunque entre ayer y hoy parecía que se perdía este nivel (y hoy de manera muy clara, ya que se ha llegado a los 2.342, al final, al cierre ha aguantado.
Si nos fijamos en el gráfico de 30 minutos vamos a ver algo muy interesante. En primer lugar, vemos como la figura del HCH que parecía haberse formado y confirmado tras romperse la clavicular, ha quedado, sino eliminada, sí claramente herida de muerte. Sin embargo, se nos ha formado un claro canal bajista (marcado en verde) que ha venido marcando los rebotes y las caídas cada vez que se han tocado los lados de este canal. Mañana vamos a ver si se continúa con este canal o se rompe. Si se continúa con él, entonces podemos tener unos buenos puntos para ponernos cortos o largos. Pero, si no se rompe, hay que destacar que es un canal bajista, con lo que lo normal sería seguir bajando. Por ello mucho ojo si se ataca la parte alta de este canal.
Esperamos que, con estas pautas, podamos intentar tener una pequeña ayuda en este casino en el que se está convirtiendo la bolsa. Mañana, si no hay nada raro, toca abrir con gap alcista de los buenos, y luego ver hasta donde llega el rebote. Ya hemos visto la cercanía de directrices bajistas en los índices. Habrá que ver si se pueden romper o vuelven a frenarnos y mandarnos para abajo. Pero si alguien dispone de un método tan eficaz como el de los Pelayos, por favor, que nos lo indique (bien por un comentario, bien por un correo), que será muy bien recibido…. 😉