Todos hemos visto como el petróleo se viene encareciendo desde hace tiempo, amenazando la situación económica mundial y encareciendo la vida en la mayoría de los países. Nos damos cuenta de lo que ha subid cuando vamos a echar gasolina o gasoil a nuestro coche, pero también cuando vemos como gran parte de los productos alimenticios han subido una barbaridad, motivados, entre otras cosas, por el aumento del precio de los combustibles.
La situación se está tornando tan complicada, que son muchos los que exigen soluciones ante un mal que puede provocar tanto un menor crecimiento económico como un alza considerable en la inflación. La tan temida estanflación tendría su mejor aliado en un precio del petróleo desbocado.
Por ejemplo, Nicolás Sarcozy ha propuesto reducir el IVA aplicado a los combustibles para intentar paliar en alguna medida el incremento del precio del crudo. Sin embargo, esta medida solo ha producido rechazo entre las autoridades europeas, ya que los países no pueden dejar de ingresar todo lo que logran con los impuestos en los carburantes.
Pero algo habrá que hacer. Ya son muchas las voces que empiezan a protestar, y no tenemos mejor ejemplo que el de la huelga de pescadores en Cataluña para protestar contra el alto precio del gasoil y para reclamar ayudas a la administración, ya que la actividad no les sale rentable.
Podríamos empezar a discutir si es adecuado o no pedir que Papá Estado tenga que ayudar a determinados sectores empresariales porque el precio del carburante suba, o si no deberíamos empezar a pensar que vivimos en un mundo cada vez más globalizado donde los cambios se producen cada vez más rápidamente y en el mundo de los negocios aún más. Y que hay que saber adaptarse a un entorno cada vez más cambiante y con mayor velocidad (no hay más que ver cómo ha podido subir el petróleo en pocos meses). Y que el que no sepa adaptarse, verá como su negocio debe cerrar. Los tiempos cambian que es una barbaridad, que diría el otro, y hay que saber adelantarse a los cambios y tener visión estratégica. Sólo aquellos que sean más flexibles y que puedan adaptarse al cambio podrán sobrevivir, igual que si se tratara de la Teoría de la Evolución de las Especies de Darwin. Pero, mientras tanto, Porter nos enseñó con sus conocidas cinco fuerzas, que había distintos grupos que tenían poder. Y, si los colectivos se unen y pueden conseguir la fuerza suficiente, seguro que conseguirán lo que pretenden, aunque el petróleo no baje.
Pero, deberíamos también cuestionarnos cuáles son las causas de tal subida. Aparte de la ya conocida inestabilidad en Oriente Medio, que, desde luego no ayuda a que el petróleo baje, del mayor consumo debido al crecimiento de potencias emergentes como China o India, o de la cada vez más cercana finalización de las reservas de petróleo, una de las causas que más están explicando esta subida es directamente la especulación. Con la cada vez mayor importancia de los derivados (esos que Warren Buffett llamó armas de destrucción masiva) y su aplicación al mundo de las materias primas entre otros, la especulación se ha convertido en uno de los catalizadores de las subidas. Por eso, vamos a analizar técnicamente el aspecto del precio del petróleo igual que si de un valor bursátil se tratara…
Y es que, tras formarse un doble suelo en los entornos de los 85 dólares allá por el mes de Diciembre de 2007 y Enero de este año, la superación de los 100 dólares confirmó esta figura, lo que hizo que iniciara un rápido ascenso hasta los 110 dólares, un movimiento de throw back a la resistencia rota y la continuación de las subidas, siguiendo un perfecto canal alcista que podemos ver en el gráfico en color morado. Mientras este canal alcista se mantenga, aunque haya recortes que nos lleven a la parte baja del canal, el alza en los precios se mantendrá.
De momento, parece que en los 135 dólares se ha hecho un techo momentáneo, y bien podríamos ver un descenso hasta la parte baja del canal alcista, que ahora mismo pasa por los entornos de los 121 dólares. Si esta directriz de soporte en la parte baja del canal alcista se rompiera, el precio se podría ir rápidamente hacia los entornos de los 116 dólares, por donde pasa el 38,2% de Fibonacci de la subida desde el doble suelo y por cuyas inmediaciones también pasa otra directriz alcista (en verde en el gráfico) iniciada en Febrero. Por debajo tenemos los siguientes soportes en los 110 y en los 104 dólares, aunque el fundamental es el de los 100 dólares, que, la verdad, queda muy abajo ahora mismo.
Por tanto, mientras el canal alcista no se pierda, no podemos pensar en una bajada en serio del precio del petróleo. La única resistencia por arriba está en los máximos históricos en los 135 dólares, que, en caso de ser rota, nos dejaría al petróleo de nuevo en subida libre.
Y ante estos altos precios, ¿qué se debería hacer? Desde luego potenciar energías alternativas. Ya hace mucho tiempo que se viene alertando del fin de las reservas de petróleo y, sin embargo, seguimos sin conseguir sustituirlo. La mayoría de las energías alternativas tienen sus pros y sus contras. Por ejemplo, al auge de los biocombustibles ha conseguido elevar el precio de las cosechas de los productos necesarios para su fabricación, lo que puede ser muy perjudicial para muchos países, principalmente los más pobres.
Otra de las posibilidades es la creación de petróleo artificial mediante el empleo de carbón (cuyas reservas son mucho mayores que las de petróleo) o de arenas bituminosas. El proceso es bien conocido desde la Segunda Guerra Mundial, cuando los nazis empezaron a emplearlo. Sin embargo, aunque hay varios países que lo están desarrollando, entre ellos Canadá (en la zona de Alberta hay grandes extensiones de arenas bituminosas), no se le da demasiada publicidad. Bien es cierto que el uso de este petróleo sintético parece que produce mayor contaminación que el natural.
El poder de las petroleras sigue siendo inmenso, y nadie parece querer terminar con esta sangría. Sin embargo, si los precios siguen subiendo y las economías de los países se resienten, tal vez veamos como los precios acaban bajando ante el menor consumo. Pero el verdadero problema vendrá cuando las reservas mundiales lleguen a su fin. ¿Estaremos preparados para entonces? ¿Cuál será el plan B de los países y de las petroleras para ese día?
Mientras tanto, el petróleo continúa subiendo de precio y los mayores perjudicados somos todos nosotros que nos encontramos con precios más altos en todos los productos que necesitamos comprar.