Desde comienzo del año, el Banco de Santander está inmerso en una clara tendencia bajista, que le ha hecho bajar desde los entornos de los 14,70 hasta el mínimo de los 10,50 el pasado 22 de Enero.

Sin embargo, desde ese suelo en los 10,50, el valor ha ido ganando posiciones hasta cerrar en los 12,07 el pasado viernes. En este movimiento de rebote, vemos que se ha formado un triángulo ascendente con la cotización comprendida entre una recta de resistencia horizontal en los 12,40 y una directriz de soporte ascendente.

Esta figura, si el valor estuviera en una tendencia alcista, sería una figura de continuación de tendencia. Ahora, en una situación bajista, lo que nos está indicando es un rebote. Sin embargo, estas figuras se suelen romper por arriba, y eso nos daría una proyección de subida hasta los 14,30.

Por tanto, estaremos muy atentos a cómo se rompa el triángulo. Si rompe por arriba, se podrían recuperar los niveles del mes de Diciembre. Pero si rompe por abajo, podemos ver nuevas caídas de importancia. Tiene mucho que ver también cómo se comporten las bolsas mundiales y el Ibex. Las siguientes resistencias de importancia si rompe por arriba están en los 12,94 (50% de Fibonacci de la caída) y los 13,44 (61,8% de Fibonacci de la caída).
También es importante resaltar que casi al mismo nivel del lado del triángulo correspondiente a la resistencia horizontal se encuentra el 38,2% de Fibonacci de la caída desde máximos en Noviembre. Esto indica que se va a tratar de una resistencia importante.

Estaremos muy atentos a como se desarrollan los acontecimientos. También influirá mucho en el devenir de la cotización la presentación de resultados el próximo jueves 7 de Febrero. Se esperan muy buenos, tal y como nos viene teniendo acostumbrados el Banco presidido por Emilio Botín. Pero hay que tener cuidado con las provisiones que pueda hacer por las pérdidas de su participada Sovereign.