Lo cierto es que los accionistas de Ence deben estar acostumbrados a las emociones fuertes. Porque los vaivenes de la cotización son de los que marcan época. Lo último ha sido una caída desde por encima de los 8 euros a por debajo de los 2 euros en dos años, desde 2018 a 2020. Pero desde el mínimo de octubre ha comenzado un gran rebote que ha llevado a algo más que doblar la cotización. Desde esos menos de 2 euros a por encima de los 4 en apenas 4 meses. Sin embargo, ahora Ence llega a una zona importante. Y será el momento de evaluar si el rebote puede continuar o si va a tomarse un respiro.
Vamos a verlo.