Los dos últimos días nos lo pusieron muy fácil. Vimos ayer que la caída había sido de libro, con los impulsos muy claros y perfectamente a la vista. No podía seguir así de sencillo. Y no lo ha sido. De principio, gap bajista que debía ser la i del segundo tramo bajista tras el de ayer. Hasta aquí todo correcto, lo esperado. Entonces luego tocaba subida para formar una ii. Y una ii sabemos que suele recuperar bastante, incluso hasta el 78,6%, pero no debe superar los máximos de la i. Y lo han llevado hasta el extremo, incluso llegando a estar ligerísimamente encima de esos máximos de la i, apenas unos puntos, pero lo suficiente para mosquear al personal.
Tras el segundo toque a los máximos del día sin lograr romper ese muro, tocaba ir hacia abajo. Había que formar la iii. Y hemos tenido una bajada con cinco subondas también… Pero la iii no puede haber terminado aunque haya llegado casi a la primera proyección bajista que teníamos. Y decimos que no puede haber terminado porque el rebote posterior ha ido por encima de los mínimos de la i. Y una iv no puede solaparse con la i.
Luego tenemos dos ocpiones, o estamos dentro de la iii aún y el rebote de final de hoy es una [iv] dentro de la iii, que no debería ir nunca por encima de los 9.980 (pequeño filtro), o bien hemos terminado hoy la iii, la iv y la v llegando al objetivo mínimo de caída.
Pensamos que no deberíamos haber terminado la caída y que aunque mañana sigamos rebotando de inicio, deberíamos ir más abajo. Pero atentos por arriba, primero a los 9.930. Después a los 9.980 (que ya no deberían superarse). Y si rompemos los máximos de hoy, entonces quiere decir que la corrección ha terminado.
Por abajo, los objetivos siguen siendo los mismos que marcamos ayer si se perforan los mínimos de hoy. Por cierto, que si la iii no ha acabado, tras el rebote, deberíamos romper esos mínimos de hoy y luego formar una iv que no debería ir más allá de los 9.866 para luego formar la v y acabar en los objetivos fijados en las cercanías de los 9.600 – 9.700.
Tenemos las cotas para saber mañana a qué atenernos aunque nos lo quieran poner difícil también.